A veces me siento como
Don Quijote en su
interminable búsqueda de
su sueño imposible .....
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Esa emoción más deseada, por lo que se adquiere.
Los que me rodean,
No sé lo que mi alma anhela.
Busco el amor verdadero en todos los lugares.
Los corazones de los demás son misteriosas cavernas
donde se podía encontrar el verdadero amor.
De todas las cuevas, que he explorado,
no ha contenido un mi mayor deseo
mi fantasía más atractivo, el verdadero amor.
Lloro por amor verdadero y nadie me oye.
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Me siento como si yo fuera una persona media,
como una moneda con un lado.
Mi viaje aquí es encontrar el otro
el que me completa,
el otro lado de mi moneda.
Pero, ¿cómo buscar? ¿Qué método es mejor?
No lo sé.
Muchas almas he buscado,
psiques muchos he explorado,
muchos miles de kilómetros he viajado.
Si bien, sólo necesito encontrar uno,
mis esfuerzos han recuperado ninguno. |
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Ahora, estoy herido de nuevo.
Estos tontos no saben
los secretos más íntimos del corazón.
Se ríen y juegan
conscientes de la perspectiva,
la recompensa del amor verdadero.
En su lugar, hacen caso omiso de sus deseos profundos,
los objetos más mundanos y triviales.
Los placeres más profundos del corazón,
se sacrifican para experiencias cheapend.
Todo porque tienen demasiado miedo,
demasiado aterrorizado, de rechazo y compromiso.
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Yo también conozco el dolor del rechazo,
el dolor sordo de amores perdidos.
Prefiero cortar una extremidad,
o deshacerse de un ojo suelto de mi amor.
Para muchos, este dolor es demasiado grande como para hacer frente,
que el comercio mediocridad de la intensidad,
mundano para estimular.
No puedo hacer que el comercio con tanta facilidad.
La posibilidad de placer infinito
es demasiado tentador.
Por mi verdadero amor, voy a arriesgar todo
todo lo que tengo, todo lo que puedo lograr.
El riesgo es grande, no voy a negarlo,
pero las recompensas son mucho mayores,
nada que la humanidad jamás haya visto,
desde los albores del tiempo.
Los imperios se han levantado y caído,
fortunas ganadas y perdidas,
vidas rotas y rejuvenecido,
todo por la búsqueda de más verdadero de los amores.
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Mi camino no es fácil,
y con demasiada frecuencia la adversidad es a mi manera.
El dolor es un compañero frecuente,
y la esperanza es difícil de conseguir.
Pero si no me arriesgué todo lo que soy
y siempre será,
por la más noble de las causas,
para la inmensa mayoría de los tesoros,
¿qué iba a estarlo?
Así que reanudar mi viaje,
caminando a lo largo de mi mismo.
Una montaña más para cruzar,
un río más que puente,
uno más dale a atravesar.
Tal vez mi verdadero amor espera,
a la vuelta de la siguiente curva.
La única manera de saber,
es seguir el viaje.
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